sábado, 6 de noviembre de 2010

Creamos Talento: Dan Coyle construimos talento

Dan Coyle «El talento no es innato, ni siquiera en Mozart o Einstein»
Periodista y escritor. Autor del libro «Las claves del talento»Blanca TorquemadaAntonio AstorgaVirginia Ródenas-¡Curioso empeño! Planificó viajes (una especie de investigación de campo) a lo que llama
Actualizado 14/11/2009 - 02:50:09
Periodista y escritor. Autor del libro «Las claves del talento»
Blanca Torquemada
Antonio Astorga
Virginia Ródenas
-¡Curioso empeño! Planificó viajes (una especie de investigación de campo) a lo que llama «semilleros de talento».
-Me preguntaba por qué de una destartalada escuela de tenis cerca de Moscú, sin apenas recursos, salían las mejores jugadoras del mundo, o por qué una modestísima academia de música de Dallas produce como rosquillas estrellas de rock... Así que quise averiguarlo in situ, en diferentes rincones del mundo, y lo he plasmado en el libro.
-En suma, ¿buscaba una raíz común en cualquier capacidad extraordinaria de una persona?
-Sí.Y existe. Es la misma para el deporte, la música, la pintura, la literatura...
-¿Incluso para la física cuántica?
-Claro. Hay elementos que dan lugar a la excelencia en cualquier actividad.
-Algunos serán innatos.
-¡No! Esa es la tesis de mi libro: el talento no es innato.
-¿Ni siquiera en Mozart?
-Ni siquiera en él. ¡Lo que pasa es que empezó muy pronto! La genialidad surge cuando tras la práctica intensa se produce la ignición...
-Perdone, pero no siempre quien persevera en una actividad llega a destacar en ella.
-Sí cuando se produce la conjunción de la práctica intensa y la motivación. Por ejemplo, las tenistas rusas o los jugadores de béisbol de Curazao tienen como referencia y estímulo los logros de sus predecesores o su entorno. Entonces eclosiona el «semillero de talento».
-Aquí tuvimos durante muchos años los mejores clubes de fútbol del mundo y una selección nacional muy mala. ¡La eclosión se hizo esperar!
-Hay muchos factores. Cómo son las escuelas, las formas de aprendizaje... Ahí está el caso de Brasil.
-Sobre su«jogo bonito» llega a conclusiones sorprendentes.
-Porque no nace de que los chavales estén todo el día dándole al balón en una gran playa, como la gente se imagina, sino de todo lo contrario: la inmensa mayoría de los grandes jugadores brasileños proceden del fútbol sala.
-¿Y qué?
-Eso les obliga al dominio de la pelota en espacios muy reducidos. A «desmenuzar» la técnica a pequeña escala, hasta integrar un circuito cerebral de talento futbolístico.
-O sea, que la genialidad no es un don, sino que la produce el individuo.
-En efecto. Según los últimos avances científicos, la clave está en la mielina.
-¿Mielina? Suena a papilla infantil.
-La mielina es la sustancia blanca que recubre las neuronas, y ahora sabemos que es como la «banda ancha» del cerebro. Cuanta más mielina generas, más circuitos de talento estás creando.
-¿No son las neuronas las depositarias de las esencias?
-Cuando, tras su muerte, se estudió el cerebro de Einstein se comprobó que no tenía más neuronas que lo normal, y sí mucha más mielina que la habitual.
-¿Cómo funciona?
-A medida que se adquiere una capacidad, se incrementa el número de capas de mielina que rodean a las células nerviosas.
-Será importante un entrenamiento bien dirigido.
-También. Con buenos maestros, los que yo llamo «susurradores de talento». Los que enseñan a amar la actividad en sí.
-Tras su periplo por todo lo ancho y largo de este mundo le habrá llamado la atención algún semillero de talento español...
-¡La Masía del Barça!
-Lamentablemente, soy madridista. ¿No se le ocurre otro?
-La explosión de genios de la pintura de vanguardia en Barcelona, a finales del siglo XIX y principios del XX: Picasso, Miró, Dalí...

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