sábado, 6 de noviembre de 2010

El Que quiera ser Grande entre Vosotros que sea Vuestro servidor

Y el que quiera sea primero entre vosotros que sea vuestro esclavo.


En aquel tiempo se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
El le preguntó:- ¿Qué deseas?
Ella contestó:- Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Pero Jesús replicó:- No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Contestaron:- Lo somos.
El les dijo:- Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos.
Pero Jesús reuniéndolos les dijo:- Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros; el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.

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