La Calma y tranquilidad nos mejoran la Autoestima y viceversa

¿Cuándo y como se detecta que nuestra autoestima no está equilibrada emocionalmente?

Sobre todo si ha habido una carencia o exceso de la misma, ya sea por una baja autoestima o egocentrismo, pues todo en exceso por un lado o por el otro, desequilibra la percepción que tenemos de nosotros mismos y al mismo tiempo puede dañar la relación que tenemos con los demás.
Los sentimientos encontrados, cruzados, dulces, amargos, alegres, tristes pero en calma y con una pizca de racionalidad son los ingredientes perfectos para poder aceptar los acontecimientos frustrantes que surgen a menudo en nuestras vidas y disfrutar y saborear como no, los logros conseguidos a lo largo de la misma.
Intentar superarse cada día para ser mejor persona, mejor profesional, intelectualmente, físicamente, es una buena forma de cultivar nuestra “sana” autoestima, pues ésta si no se hallará vacía de valores y llena de apatía.
Aceptarnos a nosotros mismos, con nuestras virtudes y ser concientes de nuestros defectos (y al menos intentar modificarlos en la medida de lo posible y siendo realistas) es un ejercicio muy recomendable.
Es increible, pero si intentamos tomarnos la vida con calma y sobre todo siendo honestos con nosotros mismos principalmente y con los demás, el camino en ocasiones frustrante y duro, será mucho más tranquilo y equilibrado.
Por eso os recomiendo estas premisas para cultivar la autoestima en estos tiempos locos de crisis, competitividad, consumismo…etc, puesto que si lo poneis en práctica vereis que es muy enriquecedor.
Espero que os haya servido este artículo para ver, que con esfuerzo, claro está, nuestra autoestima se sentirá totalmente recuperada, reforzada, equilibrada y en calma.